18 de octubre de 2010

OCTUBRE Y EL MAR

Sin duda el mar es una de las maravillas más preciosas de nuestra tierra, aunque no esté contado en ningún record de cosas maravillosas, tal vez porque es un tesoro sin tiempo y sin clasificación, que en su mínima manifestación te deja sin palabras.

Pienso solamente a la primera vez que vi el mar, más bien el océano. Tenía 7 años y de tanto reírme se me cayó el aparato de ortodoncia que usaba al agua y nunca más lo volví a ver. Inútil fue con mamá y papá caminar por la orilla esperando que las olas me lo devolvieran, el mar quiso que tuviera los dientes torcidos para toda la vida.

Caminar en octubre sobre la arena a pies descalzos es una de las terapias más curativas que he encontrado para la nostalgia. En nada se puede pensar que no sea algo feliz cuando el mar es una tabla, y te espera silencioso y sin moverse invitándote a mojarte los aunque sea la punta del dedo. Te dan ganas de recorrer la playa hasta que se termine, dejando atrás en cada huella preocupaciones absurdas de una vida llena de fortuna. No se puede uno sentir desafortunado cuando tiene al mar en octubre, porque el mar en octubre ha terminado de desnudarse de sombrillas y confusión de turistas y ha comenzado a ser él mismo. Al mar se le pueden contar las cosas más terrible que siempre te va a perdonar, después de todo las lágrimas son saladas como el mar y es allí donde las quiero dejar.

Otranto
En la esencia del mar me veo reflejada. Ahora el agua está quieta y no hay nadie, hasta se ven pequeños peces y algunos cangrejos. El mar es mío, no hay nadie que pueda asegurar lo contrario. El agua me espera a una temperatura perfecta, fría sí, pero el sol está ahí para ayudarme. Y es como quitarse diez años de encima o diez toneladas de problemas. Tirarse al mar en octubre te sacude el alma, te hace volver al líquido del cual viniste y saliendo afuera del agua, se siente como volver a nacer, se siente como si se comenzara de cero, borrón y cuenta nueva, en un segundo todo lo que eras fue borrado: es hora de salir y empezar a caminar de nuevo…

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