14 de octubre de 2010

LONDON (What i love the most ...)

Tuve la suerte de visitar por la tercera vez Londres, magnífica ciudad llena de vida, colores, razas, nacionalidades...


Siempre queda algo por ver en Londres y sus alrededores, queda siempre algo por hacer, los días no alcanzan nunca en una grande ciudad. Y quién sabe porqué el tiempo pasa más rápido cuando estamos de vacaciones.



Lo que más me gustó de este viaje fueron los museos, particularmente el NATIONAL HISTORY MUSEUM, al que acudimos atraídos por los ejemplares de dinosaurios, pasión de mi hijo de cuatro años. Lo recomiendo absolutamente a quien ama este género de animales prehistóricos, y no hay nadie que resista al encuentro con el Tiranosaurio Rex que se mueve feroz, con dientes ensangrentados y humo que sale del pantano en el que se encuentra. El edificio es encantador, las muestras interesantes y el precio de la entrada accesible a todos, gratis.


 Me encantaron también los mercados, aunque el Portobello Road no lo pudimos ver en todo su esplendor, o sea el sábado, donde además de los fantásticos negocios, se llenan las calles de artesanos. Antigüedades, chicherías, fotos, libros, ropa, vintage, que más se le puede pedir a una calle que termina nada menos que en el encantador barrio de Notting Hill. Si! El de Julia Roberts y Hugh Grant, el mismísimo... una maravilla.


Qué decir de Candem Market, meta fija de todas mis visitas... Cada vez se más grande y más interesante. No sé si existe otro lugar en el mundo donde se puedan probar en un mediodía comidas de países de varios cntinentes, y donde se pueda pasar de los tatuajes, el piercing y el estilo sado, a la ropa cibernética que transmite mensajes electrónicos en un cinturón o una remera. Y sobre todo imperdible desde que está el rincón de comida argentina, con el sabroso sándwich de lomito y las clásicas empanadas. Un consejo: prueben un poco de cada cosa. Y a la tailandesa que les convida con pollo frito, digan siempre que sí.



El subte, los grandes negocios del centro, los mini markets turcos, chinos, rusos, cada uno con la comida de su país, los enormes parques, llenos de ardillas y de juegos para los chicos, los conejos del aeropuerto de Stansted, los "street car", las grandes librerías con libros de cualquier tema, los pubs y los bares, London Eye, el Tamez, las casitas "copia-pega", la cantidad de lenguas que se hablan, lo barato que cuestan los vuelos, esa llovizna fina que en tu casa sería una excusa para no salir, en vez aquí es la normalidad y la vida sigue igual... son algunas de las razones por las cuales vale la pena visitar Londres... para mí el motivo principal es uno, a cada uno el suyo...



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