13 de marzo de 2011

DICEN QUE... LOS PERROS NO SABEN REIR

Eso es lo que ustedes creen. Para mí se ríen de nosotros y de cómo nos complicamos la vida. De todos modos el tema no es ese, el tema es este cuento para niños que ganó un lugarcito en el libro “La sopa de letras” de Fergutson, junto a cuentos de otros autores, entre quienes Mar Solana, es la historia de un perro abandonado. Y fue ella que esta mañana me hizo pensar, porqué no? Porqué no darle color a Punto, después de haberle dado color a Violeta, Doña Nube y Erino? Dicho y hecho. Tomé el dibujo original en blanco y negro y le di el color que necesitaba para compartirlo con todos.

La historia modificada es la historia verdadera de mi perro Pluto. Por motivos de privacidad su nombre fue cambiado por “Punto”. También la historia fue modificada. Lo encontramos cuando estábamos de novios mi marido y yo, en un viaje que hacia Roma. Logramos agarrarlo, casi moribundo y anulamos el viaje para llevarlo a casa. El resto es historia, hace 10 años que vive con nosotros y su bondad es infinita.



En este cuento para niños intento rescatar el alma simple de quién, aún sabiendo el empeño y los cuidados que necesita un animal, decide adoptarlo. Aquí en Italia, donde la limpieza es una prioridad, los animales tienen prohibido entrar en parques y jardines, y son vistos sólo como una fuente de gérmenes y suciedad. Muchas veces personas que quiero mucho y que son muy religiosas me aconsejaron deshacerme del problema de los pelos del perro dándole una albóndiga envenenada. Me parece terriblemente triste que mis hijos crezcan con una sociedad que desprecia los animales y no sabe ver el infinito amor curativo que sólo ellos son capaces de dar. Rescatando la espontaneidad y la inocencia de los niños que tienen cuenta de la suciedad o los pelos, dedico a todos ellos mi cuento…

 LEER "LOS PERROS NO SABEN REIR"

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