Foto: Gerardo Angiulli |
Hoy no me pondré maquillaje, ni perfume, no fingiré ser fina, dejaré los modales y me moveré como me muevo cuando estoy sola en casa, con mis pantuflas agujereadas y mi pijama negro. Nada de incómodos jeans de un talle menos, ni cinturones que marquen una cinturita de abeja que, sinceramente, no poseo. Nada de corpiños “push-up”, ni de pecesitos de silicona para rellenar el vacío de un talle que, sinceramente, no llego a rellenar.
No tengo ganas de poner en orden la casa, por un día que no lo haga el mundo no se vendrá abajo! Me abrazaré a mi gato, y me pondré a mirar televisión, me puedo conceder un día de ocio.
Convenceré también a Marcos a disfrutar de esta libertad, la libertad de ser nosotros mismos, sin máscaras, sin falsedades! Está golpeando a la puerta, no veo la hora de contarle mi gran idea!
_ Perdón... creo que me equivoqué de casa.
B.A. Publicado en el libro "Supervivencia" Editorial Fergutson 2009.
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